lunes, 14 de diciembre de 2009

Escribir al Rey y a Papá Noel

Milio Mariño
Entre las muchas cosas que aún me quedaban por ver, una debía ser que el Secretario General del Partido Comunista de España y los artistas e intelectuales que se consideran muy de izquierdas,es decir los que antaño suspiraban porque nuestro régimen político fuera como el de China o la Unión Soviética, ejercieran de buenos vasallos y escribieran una carta dirigida a su Magestad, el Rey, pidiendo que intervenga para salvarnos.
Ahí los tenemos, escribiendo a Juan Carlos I, como quien escribe a los Reyes Magos. Tampooco me estraña mucho,el tiempo ha contribuido a rebajar mi asombro hasta el punto de solo me causa sorpresa lo que encuentro en el cuarto trastero. Todavía recuerdo cuando esos que dije al principio se mofaban de quienes nos proclamábamos socialdemócratas y republicanos. Decían que no éramos de izquierdas, que éramos unos flojos.
El caso que en el otro extremo aparecen quienes presumen de querer a España, la patria,por encima de todas las cosas.Aparecen diciendo que somos el hazmereir del mundo por nuestra debilidad manifiesta para afrontar las crisis con un par entre las piernas. Coinciden, con los otros, en exigir mano dura. Cosa que, reconozco, tampoco debería ser causa de asombro pues todavía sigue vigente aquello de: "Los extremeños se tocan". Aquella obra de Muñoz seca en la que, como es sabido, un tal Pancorbo andaba en tratos, para timarlo, con Ali Benamal.
Quienes abogan porque el conflicto de Aminatou Haidar se resuelva a tiros o lo resuelvan los dos monarcas se olvidan de que, al menos, España es un país democrático.Deberían saberlo y cortarse un poco antes de devolvernos, con sus proclamas y su misiva, a tiempos de la Edad Media. Pero, claro, instalados en su tradicional pragmatismo no me extraña que hayan llegado a la revolucionaria conclusión de que los monarcas de todo el mundo se llevan muy bien entre ellos. Despues de todo son, prácticamente, familia y resulta de lo más lógico que los profesionales del mismo ramo se apoyen y se defiendan.
La alta capacidad intelectual de Cayo Lara, Almodovar y los partidarios de la guerra de África es evidente que está poor encima del pueblo llano, de ahí que no sepan, como cualquier persona medianamente informada, que los países serios y democráticos resulven sus problemas por la vía diplomática y no tienen más embajadores que los que designa el gobierno salido de las urnas.
España, al menos en esto, no debería ser diferente pero ya vemos que lo es. Vemos que quienes piden leña y quienes piden la intervención del rey son los mismos que están diciendo que, a nivel internacional, somos el hazmereir. Lógico, con semejante tropa nunca nos tomarán en serio. Nos seguirán viendo como un país de floklóricas y toreros.
¿ Tan difícil es que éstos activistas de salón y micrófono, éstos que se creen la esencia mmisma de la libertad en frascos de Loewe, se sujeten un poco y dejen el protagonismo a quien lo debe tener?
¿Será mucho pedir que los asuntos de Estado estén por encima de la confrontación partidista, que cuando el país tenga un conflicto lo que prime no sea criticar al gobierno y se imponga defender, por encima de todo, el buen nombre de España?
A lo mejor si, a lo mejor es exagerado pedir todo esto que, por cierto, no lo estoy pidiendo a los Reyes Magos o a Papá Noel, lo pido a quienes escriben cartas al Rey y a los que abogan por resolver los conflictos a tiros y ponen como ejemplo la conquista de Perejil.

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